Piques en la pista

Fotografía tomada desde
 http://www.aldia.cr/ad_ee/2005/junio/26/nacionales2.html    

A altas horas de la noche, personas con sus vehículos modificados y motocicletas se reúnen en la autopista Florencio del Castillo para competir entre ellos y demostrar los trucos y destrezas de manejo que algunos poseen.

Lo que para muchos es un pasatiempo, para los vecinos de la zona, esto representa un gran dolor de cabeza y una incomodidad por distintas razones, comentaron.



Una de ellas es el fuerte escándalo que provocan los motores de estos carros y motos, que alteran la tranquilidad y el sueño de muchos ya que los piques se realizan aproximadamente a partir de las 11 pm, hora en la que normalmente la mayoría desea descansar.

También, las personas de otros sitios que llegan a observar las carreras, llevan sus vehículos y los estacionan en las calles paralelas a la autopista, obstruyendo algunas veces las entradas de los garajes y sobretodo causando desorden vial.

Otra molestia que implica esta actividad clandestina es el fuerte olor a gasolina que desprenden estos carros y que se infiltra en los hogares de los vecinos. A parte de infringir con la ley, muchos de estos conductores temerarios llevan alcohol y drogas a este tipo de actividades, lo que implica aún más riesgo de provocar accidentes en las carreteras.

Con mucha preocupación con respecto a esta situación y tras las constantes llamadas que realizan los vecinos para que se solucione el problema, los oficiales de tránsito han tomado medidas para tratar de evitar este evento. 

Fotogragía tomada desde
http://www.aldia.cr/ad_ee/2008/febrero/25/sucesos1435982.html

Por ejemplo, envían patrullas para alejar a los competidores de esta zona y algunas veces, para decomisar vehículos o arrestar conductores que no se encuentran en condiciones aptas para manejar.

También podemos decir que las patrullas se organizan para bloquear algunas vías de la pista para evitar que los "picones" realicen sus competencias.

Perla Figueroa, vecina de la zona, opina que los oficiales de tránsito deberían ser más constantes con estos operativos, ya que aún hay que insistir con llamadas para que se haga control en la situación y que los jóvenes que asisten a esta bochornoza actividad, no siempre respetan el poder que tienen los oficiales de tránsito.

"Es un escándalo, no puedo mirar la televisión con calma porque los motores de estos carros no me dejan escuchar. Y sobre todo, que muchas veces este tipo de actividades se presta para la venta de drogas y hasta balaceras" comentó.

Estos vecinos esperan que las leyes sean más severas para estas personas que irrumpen con su tranquilidad cotidiana.